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Básket USA

Nadie sabe más de baloncesto, nadie sabe más de espectáculo

Me gustan los previos en las retransmisiones. Están llenos de datos, historia, anécdotas, recuerdos, análisis... Los que están bien hechos, claro. El mejor ejemplo es el que nos brindó Canal + Deportes con el All Star. Fue sobrio y entretenido y no se puede pedir mucho más. Me imagino a la tan loada televisión pública haciendo esta cobertura. Bueno, prefiero no imaginármelo. Otro día hablamos del partido, si eso, que es una pachanga muy divertida. 

Sólo una cosa más. En efecto, nadie sabe más de básket que estos chicos de EE UU. Ni de básket, ni de deporte ni de espectáculo. Da igual que sea la Super Bowl, el All Star o un masters de golf. Los maestros del asunto.

pd: Si normalmente es ridículo escuchar los comentarios de Romay en La2, dan todavía más grima si se comparan con los de Marc Gasol anoche. Tampoco hace falta mucho, pero sí una cosa esencial: saber algo de este deporte.

De leyendas, blogs y gasoles

Bueno, como bien decía mi hermano, estamos de vuelta. El trabajo puede que sea una razón para no escribir en el blog en un mes, pero no puede ser una excusa. El caso es que hemos vuelto y con muchas ganas. Una de las cosas que más hago en el blog que tengo sobre mi otra gran pasión, el golf, es una especie de revista de prensa. No es que repase todo lo que se publica, ni mucho menos, pero sí que destaco cosas que me resultan interesantes y que no tienen por qué ser conocidas por quienes entran en el blog. Y menos hoy en día con la cantidad ingente de cosas que se publican. 

Bueno, se acabó la palabrería. Ayer en EL PAÍS Robert Álvarez entrevistaba a Walter Szczerbiak, leyenda del baloncesto español, aún con el récord de puntos en en partido (65 cuando todavía no había triples), actual delegado de la ACB en EE UU y, además, padre del jugador de los Cleveland, una de mis debilidades. Szczerbiak habla con sabiduría sobre la NBA, defiende a Gasol, comenta las posibilidades de Rudy Fernández en el concurso de mates y, sobre este tema, se acuerda de Chandler Thompson. Qué tiempos.

Rondo y los Celtics dan miedo

Ver a Rajon Rondo, qué gran nombre, qué sonoridad, ante los Orlando fue una pasada. Pero no es la primera vez que el base de los Celtics se echa el equipo encima para dar una exhibición y meter más miedo en el cuerpo de los rivales. Hay quienes dicen que no, que estos Celtics son un poco más flojos, un poco más mayores, un poco menos buenos que los que ganaron el año pasado. A mí, con este base dando 12 asistencias, algunas en la cara de Howard, metiendo 16 puntos y haciendo jugar a los suyos, me parecen aún más favoritos. 

Algún día escribiré algo parecido de mis queridos Knicks, que siguen mejorando (8-8, igual que Toronto) bajo las órdenes de Mike D'Antoni, ese sabio. Y con Marbury sesteando, que es donde tiene que estar, mal que nos pese. A ver hasta dónde llegamos. 

Alucinando con los Knicks

Llegué a creérmelo, lo prometo. Sabía que habían perdido, pero lo veía claro. Estaba en casa, con Digital + puesto en busca de deportes. La verdad es que era un poco tarde, aunque no quiero pensar que eso pudo influir (más tarde es ahora, y no alucino). Había leído en una de mis visitas más o menos habituales a la página de la ESPN que mis queridos Knicks, los chicos del juego alegre dirigidos por Mike D'Antoni, habían perdido 101-110 ante los Celtics. Pero me pongo a ver el resumen y lo tengo claro: los Knicks, lo tienen, al final ganarán. Lógicamente, no di la vuelta a la situación, aún no tengo poderes y con estos neoyorquinos hace falta uno de tamaño XL. Por ahora no ha llegado y el bueno de Antoni no parece dar con la clave. Yo sigo creyendo que pueden ganar, incluso en las repeticiones de las derrotas.

El nuevo Gasol

Gasol, Pau, que hoy en día ya hay que especificar, se ha convertido en un hombre nuevo esta temporada, un jugador que tiene la clase de siempre pero que ha recuperado parte de su magia de antaño lejos del aro. Esta reconversión se da en parte gracias a la recuperación de su compañero Andrew Bynum y en parte gracias a la flexibilidad del esquema de Phil Jackson. Como bien recuerda Robert Álvarez en El País, este año Pau es el quinto mejor reboteador de la NBA. Nos espera un gran año.

Los Knicks, un dèjá vu

Estos Knicks de mi alma no levantan cabeza. Stephon Marbury sigue siendo el mismo macarra que tendrá problemas allá donde vaya y venga quien venga como entrenador. Por lo menos, Mike D’Antoni está intentando que los que tienen la suerte de ir al Madison no se mueran del aburrimiento, aunque los suyos sigan perdiendo. No lo veo nada claro y esto ya me suena de otras veces. Y eso que llevan sólo tres partidos (1-2). Igual hay que cambiarse a los Nets, eso sí, cuando salgan de New Jersey y se vayan a mi querido Brooklyn.

Brooklyn, los Nets y el futuro

Cualquiera que haya paseado por la Explanada o por el barrio de Williamsburg sabe de la belleza de ese pequeño rincón del mundo llamado Brooklyn. También de su especificidad de su 'estamos en Nueva York pero no' y de su carácter burqués 'upper-class'. Vamos, que no es Manhatan pero hay dinero y mucho. Tanto como para tener un equipo de la NBA, claro, pero ¿Cuál, cómo y cuándo? La primera pregunta es la única que ya tiene respuesta: Los Nets de New Jersey, The Green State, también conocido como 'el estado más feo de la Unión'. Bueno, quizás eso sea exagerar, pero lo cierto es que el baloncesto allí no ha terminado de cuajar y algunos inversores ávidos de beneficios y prestigio, empezando por el presidente de los Nets, Bruce Ratner, se llevan el equipo a mi querido Brooklyn para que cuestionar mi fidelidad, hasta ahora eterna, a los Knicks. Ahora bien, el cuándo y el cómo están más complicados.

El proyecto se aprobó en 2004, cuando en los Knicks ni se había oído hablar de Isaiah Thomas, para se hagan a la idea, pero sigue con problemas desde entonces. Lo último que se sabe, publicado por The New York Times en enero y confirmado a mediados de agosto por el Daily News, es que los aficionados tendrán que esperar hasta 2011, como mínimo, siempre que se aplique una "planificación agresiva", en palabras del propio Ratner, para acabar con los retrasos acumulados. En esa temporada queda libre Lee Bron James, en torno al que los nuevos Nets quieren construir su equipo. No les falta ambición, aunque por ahora sea lo único seguro que tienen.

Los Knicks, D'Antoni y Lampedusa

Es imposible hacerlo peor. El récord de 23-59 de los Knicks en la temporada anterior deja poco margen de maniobra a los pesimistas. Además, Isaiah Thomas no está, qué tipo más torpe y desagradable, y se ha fichado al gran Mike D'Antoni, que se queda casi como única gran incorporación para los de Nueva York, un poco ahogados por los salarios de jugadores que nunca han demostrado que merezcan ganar ese dinero. 

Los Knicks se han estrenado en el Madison, ese templo, ante los Philadelphia. Varios detalles reseñables, varias puertas abiertas a la esperanza: los de Mike Antoni defienden, no como deberían pero defienden, y ver eso el 2 de Pensilvania Square es noticia; además, los Knicks corren, y mucho y se lo pasan bien; y por último, parece que les va a bastar con un balón para los cinco. De lo que ya había, un poco de todo. Funciona muy bien, a ratos eso sí, la conexión Crawford- Lee. Marbury sigue a lo suyo, que sólo a veces es bueno para los demás. Y Randolph continúa siendo vago en un lado de la cancha y consistente en el otro. Por cierto, los Knicks perdieron 109-116, pero eso ahora es lo de manos. 

Lo mejor que ha podido hacer el dueño de los Knicks es fichar a Donnie Walsh, responsable último de que Antoni haya terminado en el equipo. Un general manager con vista, conocimientos y planes a medio y largo plazo, una figura excelentemente glosada en el último artículo en el USA Today. Los fichajes tendrán que esperar. Por ahora, dando la vuelta a la frase de Giuseppe Tomasi de Lampedusa, nada ha cambiado para que todo cambie. O eso esperamos.

Un norteamericano diferente

 

La historia de Dion Sherrell pudo ser una de tantas que existen en el basket USA. Chico norteamericano con buenas dotes para el basket, obtiene una beca de una universidad de la NCAA, donde se convierte en un jugador relevante. Cuando da por finalizada su época universitaria recibe múltiples ofertas para convertirse en profesional. Hasta ahí, todo normal.  Lo que ya es atípico es lo que viene después. En 2005 abandona la Universidad de Wyoming y emprende un pequeño tour por ligas menores haciendo pruebas hasta que decide jugar por amor al arte. Como lo leen. Desestima contratos para finalmente enrolarse en los Dallas Diesel, un equipo independiente cuyo objetivo principal es la caridad hacia el más desfavorecido. Esa obra social incluye la oportunidad de que sus jugadores se exhiban ante equipos de la ABA y CBA, entre otros. Tras dos espectaculares campañas, donde Dion estableció el récord de anotación de su equipo, 44 puntos, el natural de Detroit dio el salto a Europa y fichó el pasado verano por los Belfast Sea Star de la Superliga Irlandesa. Acaba de aterrizar allí. Con motivo de una entrevista que le realicé para www.eurobasket.com, he tenido la oportunidad de hablar con él un par de días. Y tengo que decir que Dion es un tipo estupendo, atentísimo a todo, que no duda en invitarte a su partido de debut en Belfast o en ofrecerte ayuda para lo que sea. Su agente, que me puso en contacto con él, es un islandés que maneja un buen número de jugadores y que tiene buenas influencias en Irlanda.

Estén atentos porque Dion Sherrell dará que hablar, al menos en el país verde. Les mantendré informados

 

Les dejo aquí el link de mi entrevista

 

 

Marvett McDonald: el otro camino

No todo en el baloncesto son drafts, focos y contratos millonarios. Si ustedes se paran a pensar en la cantidad de universidades norteamericanas que cada año licencian jugadores, se darán cuenta de que un ínfimo porcentaje llega a las grandes ligas. El resto, que son la mayoría, han de buscarse la vida allá por donde puedan o sean requeridos. Marvett McDonald es uno de esos jugadores que decidió saltar el charco en busca de una oportunidad. Ya saben, Europa como lugar  para vivir del baloncesto. He tenido  conversaciones con algunos de estos jugadores y poco les importa el destino, la clave es ganarse un contrato.

Eso debió de pensar McDonald cuando,una vez finalizado su periplo universitario en la UAB de la NCAA, cerró la maleta y voló primero a Hungría, donde realizó una prueba que no cuajó. Después, 15 días en Austria para abandonar el país y enrolarse, a principios de 2007, en el Sigal Pristina de Kosovo. Sí, leen bien, Kosovo. Un destino peculiar, en esa idea de jugar donde sea que invade a muchos de estos hombres recién salidos de la Universidad.

McDonald, base de 1,88 y buena capacidad anotadora, pronto destacó en su equipo, con el que alzó el título liguero. En la región balcánica gustó mucho su baloncesto y se convirtió en uno de los referentes del, a la postre, campeón de liga.

El base norteamericano, que ya había destacado en sus años de College, busca una nueva oportunidad en el Viejo Continente. Su agencia de representación es la misma que la de Lebron James. Quizá sea una señal.

Ewing, Weis y los Knicks

Los Kincks son un equipo peculiar, con una gran tradición, una buena afición y cierta grandeza aderezada con miserias y un historial de equipos que no han llegado donde se esperaba. Olvidemos al señor Thomas y el largo paseo por el infierno que nos ha regalado. Lo único saludable de su paso por el equipo ha sido la pancarta que entró en el Guinnes como la mayor petición de dimisión jamás realizada y que firmó también quien esto escribe. 

Patrick Ewing jugará en los Knicks. Como lo oyen y leen. Lo que ocurre es que será el hijo, qué mayores nos hacemos. Lo anunció hace unos días la franquicia neoyorquina. Juega en el poste, como su padre, pero no parece que vaya a devolverle la gloria a los del Madison. La historia del traspaso es rocambolesca. Ewing Jr fue elegido en el puesto 43 del draft de este año por Sacramento después de ser el mejor sexto hombre del Este con Georgetown, universidad con la que su padre se llevó un título y jugó tres Final Four. La historia, que me despisto: Ewing Jr va de los Sacramento a Houston dentro del intercambio por Ron Artest. De Houston pasa a los Knicks adivinen por qué derechos en el draft.... ¿No? Por los del francés Frederick Weis, uno de los mayores pufos de la historia, otra metedura de pata de los Knicks en la gestión de su plantilla. El francés fue elegido en el puesto 15 del draft de 1999 por delante del propio Artest, Anddre Kirilenko o James Posey y que nunca ha llegado a jugar en el básket USA. Una elección muy al estilo Knicks. 

Su padre, ahora de asistente en los Orlando Magic, ha dicho en declaraciones al USA Today que se siente "feliz" de que su hijo "siga sus pasos". Qué va a decir. El presidente del equipo, en una conferencia emitida por NBA.COM, repite cinco o seis veces en un minuto que el equipo "tiene que ser mejor" este año, que "tiene que mejorar". Gran analista este Donnie Walsh.

Estados Unidos, la ESPN y España

Estando de viaje por Estados Unidos lo primero que se siente es envidia. Por su pasión por el deporte, por su atención a todo lo que les gusta, por su dedicación a la hora de cubrir lo que les apasiona, por el sentido del espectáculo en el mejor sentido de la palabra. Hubo algo, sin embargo, que me sorprendió.

Estaba viendo en la ESPN la pachanga pre olímpica entre el Redemption Team de Estados Unidos (y esta vez sí puede que les rediman) y Australia. Ante la intrascendencia del choque, el prestigioso J. A. Adande y sus compañeros de retransmisión se dedicaron a repasar a quienes acompañarán a su National Team en el podio de los Juegos. Para ellos, la final será ante España y tercera quedará Argentina. Esas son las cuentas que manejan también USA Today y la mayoría de los medios. Lo que me sorprendió: todo lo que destacaban de España era que tenía un buen puñado de jugadores que jugaban o habían jugado en la NBA.  Que es mucho, pero no lo es todo. Berni, Jiménez o Mumbrú no juegan en la NBA ni lo harán y son parte muy importante del equipo. No es la primera vez que a Estados Unidos le sale caro el desconocimiento o desprecio del baloncesto no NBA. Y lo hacen unos señores que saben muuucho de este deporte.

Por esta vez se lo perdonaremos. Sobre todo porque estoy viendo a España contra China y el ’experto’ que acompaña al comentarista de TVE es Fernando Romay, cuyo mayor mérito es llevarme los comentarios propios de un bar de futboleros en medio de un pueblo hasta el salón de mi casa. "Soy así, qué le voy a hacer" repite siempre que puede el ex jugador.