Yáñez

Mucho se ha hablado de los destinos de este jugador a lo largo de la temporada. La verdad es que, recién incorporado a Valdemoro de la LEB Bronce, el veterano alero ha dado bastantes vueltas estos meses. Empezó en Illescas, equipo del que pronto salió envuelto en una extraña e incómoda polémica. Más tarde llegó a La Palma, donde rindió a un alto nivel dentro de la LEB Oro también; sin embargo, por razones personales, se tuvo que marchar a Madrid. Y aquí es cuando me enfado yo y no precisamente con Nacho, al que tuve el placer de entrevistar en aquel famoso partido de su entonces equipo, León, frente al Estudiantes. Lo entrevisté porque fue el protagonista de aquella "no canasta", que una vez validada fue anulada un minuto después y que fue determinante para el resultado final.

Pues decía que me enfado y no con el jugador sino con una serie de comentarios que se vertieron en su contra en el momento de abandonar  La Palma. Desde pesetero, a ex- jugador, pasando por vago, por poco profesional. Una sarta de burradas que faltaban al respeto a un hombre que no tuvo suerte el año pasado en León y que quizá rindió a un nivel bajo, pero es que hay veces señores que todo tiene un transfondo. Yáñez no estaba bien y necesitaba volver a Madrid. No sé lo que le pasa exactamente, pero la gente debería pararse a pensar las motivaciones de ciertos jugadores a la hora de renunciar a ciertas cosas por estar cerca de los suyos, de su hogar.

El fanatismo lleva muchas veces al aficionado a equivocar las situaciones, a hablar sin saber. Yáñez también es persona, no es de hierro, no nos olvidemos de eso. Todos tenemos sentimientos, problemas y me da igual que cobre X dinero por hacer deporte, porque no deja por ello de ser humano y tener sus razones para abandonar equipos. No todo es el dinero.