Good bye Bennett

 

Se va uno de los más grandes, uno de los mejores bases que ha pisado por la ACB. Se va porque se ha dado cuenta de no puede dar más de sí y , en un último gesto de profesionalidad, ha decidido parar para siempre, en lugar de arrastrarse por las canchas a precio de oro para el Cajasol. Como siempre ocurre, no todo el mundo está de acuerdo con la decisión del norteamericano. Muchos dicen que se lo podía haber pensado antes de renovar y no dejar así al equipo empantanado. Yo digo que si Bennett hubiera sabido que no iba a rendir, no hubiese prolongado su contrato. Es un hombre honesto, un caballero, que ha entendido que la mejor manera de ayudar al Cajasol y a él mismo era quitándose del medio. Así, deja al club sevillano la posibilidad de fichar un revulsivo, un base que sea capaz de reflotar una nave a la deriva. De paso le ahorra unos buenos miles de euros.

Claro que habría sido mejor que Elmer hubiese abandonado el basket en mayo, cuando se le reconoció como uno de los baluartes de la salvación de su equipo. Pero a veces en la vida las cosas no ocurren como uno desea y nos creemos que podemos dar más. El mérito de Bennett ha estado en no engañar a nadie, en reconocer que se acabó. A muchos les parece mal, lo ven como una salida fácil y poco profesional, como una huida de un equipo en serios problemas. Me consta que no es así. Ha tomado la decisión más inteligente. Benito, un placer haberte visto por las canchas durante tantos años. Suerte.